Sala Taro, llegamos bastante antes de que empezara el concierto… humo, ambiente alternativo de gabardina, cuello alto, minifaldas, botas altas y melenas a lo bob, butacas de terciopelo, lámparas sujetadas por piernas… solo faltaba unas mesas en el centro de la sala con lamparitas para poder escuchar tranquilamente lo que se venía.
Y se vino The death of Robert, presentando THE DEER… melancolía, sensibilidad, psicodelia envolvente, con un toque vintage abordando temas en sus letras que recuerdan el amor rápido y fugaz de hoy en día en Polar Kissed o Cameron. La elegancia en la voz de Lara te va atrapando poco a poco, hasta que de repente explota una especie de enfado y a la vez empoderamiento para tomar la decisión de irnos y dejar algo o a alguien en, para mí mi favorita “La mala hostia”… aunque no se queda atrás Hedera, sutilmente oscura, sensual, bonita como en general todo este sorprendente disco.
Fui al concierto sin conocer mucho la banda, aunque ya tenía alguna canción metida en la cabeza y me sorprendió todavía más… y todavía tengo más metida en la cabeza canciones que son reflexiones de esta era en la que vivimos.
Creo que seguro en algún momento del concierto, todos recordamos la anécdota de aquel día en que Robert se dirigía al primer ensayo de la banda con Lara y Pablo… tuvo un accidente de tráfico, no pudo llegar y los tres entre bromas en el grupo de WhatsApp decidieron nombrarse The death of Robert y pensamos “menos mal que Robert no murió” jajaja…
Merece la pena dedicarle a este disco y a este grupo, un rato de tu vida con tranquilidad, con una copa de vino en tu rincón favorito y dejarte llevar, porque te llevan.
Redacción: Yolanda Del Moral
