Ayer el carisma Rubio de Christina Rosenvinge nos atrapo, y es que ella tiene la fuerza y la sensualidad de muchos años curtidos en el panorama musical.
Casi dos años de la publicación de su último trabajo «Un Hombre Rubio«, el cual a conseguido estar muy presente en muchos medios y emisoras de radio, ha ganado el Premio de las Músicas Actuales de 2018.
Es un trabajo que habla con el alma descubierta, en el que se sincera, en el que sana heridas, en el que nos transmite su esencia y eso en un directo llega y llena.
Christina y su banda nos regalaban su cierre de gira en una noche nostálgica y llena de entusiasmo.
Su puesta en escena, junto con su banda, es una elección ganadora para disfrutar del sentir y magia de la música, con su manera y forma de ser tan característica, tan suya, tan hombre rubio…
Aparecían en el escenario con algo de demora, pero la verdad es que hizo calentar el ambiente y a la salida los aplausos resonaban en la sala Apolo de Barcelona.
Sabéis cuando veis a alguien y tenéis la seguridad de que promete, pues eso es Christina, una pisada fuerte, un estar con seguridad, una caricia pero con agarre final…
Comenzaban los primeros acordes de «La Niña Animal» y el público entusiasmado la comenzaba a tararear.
Un tema que personalmente creo tiene un mensaje muy directo , ¿cuantas adultas somos niñas animales? más de las que creemos y no dudo en que ella es una de esas niñas… ¡aguanta!
Como era la despedida de dos años rodando con «Un Hombre Rubio«, el público estaba más que entregado y saboreando cada detalle del directo y ell@s más que entregados por hacernos disfrutar.
«Pesa la Palabra» nos adentraba en un diálogo personal entre ella y su padre, en el que Christina nos comentó que la escribió como terapia y como manera de reivindicar el hecho de la situación parental, » no escuchas y quieres hacer callar».
Cuando un tema es tan personal se crea un ambiente y un vinculo que a veces es inexplicable entre artista y público, y lo mismo sucede con «Romance de Plata» con influencia flamenca, una canción que apareció como una revelación entre un diálogo con su padre (ya fallecido hace años).
Una conversación transcendental y mística (la canción más dura y difícil que probablemente haya escrito).
Ella dice que prácticamente se la escribió él, su padre ( y su lagrima era fina, fina plata, Plata fina de verdad, ¿cómo no voy a entenderte padre? si es mi misma soledad).
Es sorprendente como a veces nos llegan señales, iluminaciones que nos hacen dar un giro o una fuente de inspiración tremenda, y es que para mi este tema tiene una garra y una belleza brutal que te hace transportarte.
Con un repertorio muy bien escogido, y es que el disco no tiene desperdicio ninguno, también nos quiso regalar temas de otros trabajos como con «Jorge y yo», «Alguien tendrá la culpa» canción donde Christina Rosenvinge nos pidió que fuéramos su coro, y «Alguien tendrá la culpa» sonó bien alto, y seguro que alguien la tiene, pero bendita culpa.
«La Muy Puta», otro tema potente rescatado, con una puesta en escena muy sensual, y es que el tema no deja lugar a otra manera de representarlo.
La explicación de porqué surgió esta canción me encanto, ella en una relación con alguien escandalosamente más joven, críticas, comentarios, edades, ¿te atrapará antes la muerte? …ella siempre llega tarde así que no le encontrara tan fácil ( «no me afecta el tiempo, ni la gravedad»).
Con «La tejedora» y ese momento místico y de flotar, con la batería tan potente y tremenda.
«La flor en la vía» canción reivindicativa y con un mensaje muy claro, que ha a todos los que no queremos ser definidos por nuestro sexo, cosa que aplaudo y creo que es básico en una sociedad y mentalidad abierta, y es que como bien dice ella, todos somos hijos de una misma flor.
Y que bonito vals es escuchar «La piedra Angular».
Ella invitándonos a bailarlo, cosa que hizo, se bajo del escenario y se marco un, un dos tres con un asistente ( su cara era de no me lo puedo creer y ¡normal!).
Cuando parecía que era el tema final, Christina Rosenvinge, se arranco mirando a su banda y decidiendo con la mirada tocar «Anoche- el puñal y la memoria«.
La verdad es que lo clavo ( nunca mejor dicho) porqué sólo con escuchar el primer ritmo del tema se hizo un «UO» muy bueno, y es que este tema te deja muy buena onda…
«Cuando vuelvo a casa intento recordar, qué era lo que anoche tenía que olvidar, ¿fui yo la apuñalada o yo clavé el puñal? ya es mañana qué más da»…¡¡¡Yeah!!!
Un concierto escrito desde un yo masculino, una feminidad muy sugerente y diferente y unas letras que saben muy bien saborearlas, y como dice en «La Piedra Angular» ojalá se pudiera ir bailando hacia atrás para seguir bailando ese vals en ese momento.
Gracias a Primaveralabels y a Christina Rosenvinge y su bandaza por hacernos disfrutar.
¡Música en Vena!
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