Tras meses sin poder actuar, IZAL estrena su “Pequeña gran gira” en un enorme escenario, el Camp nou de Barcelona, dentro del ciclo de conciertos Cruïlla XXS, quienes han hecho posible que este verano podamos disfrutar de la magia de la música y que los artistas y todo el personal de profesionales que les rodea, puedan seguir adelante tras la situación tan complicada que vivimos.
IZAL es de esas bandas donde sabes que te vas a encontrar un directo que nunca defrauda, de calidad y donde esta vez se han tenido que reinventar para poder defender sus temas en un escenario mucho más reducido de lo habitual y con el handicap de no poder dar movimiento físico a esos temas que tanto nos excitan a la hora de bailarlos, pero ellos son IZAL, su virtuosismo puede con todo.
Nada más aparecer sobre el campo de césped los aplausos ya eran una ovación en toda regla, y es que se les quiere y se les sigue religiosamente (es a la única peregrinación que entiendo y quiero, la música).
IZAL han sabido aportarnos dinamismo y facilitarnos conectar con sus letras y sonidos, porque su forma de expresar historias de manera poética en sus temas, con su pop/rock es la mezcla perfecta para que nos sirva de “autoterapia” (último trabajo).
Las primeras palabras son de agradecimiento, por estar y por asistir a lo que era un formato diferente y suenan los primeros acordes de “Despedida» y crean un entorno ya mágico, ellos: Alejandro Jordá (batería ), Alberto Pérez ( guitarra) , Emanuel Pérez ( bajo eléctrico) , Iván Mella ( teclados) y la voz de Mikel Izal saben crear entornos y ponernos los sentidos en órbita.
Mikel Izal nos comenta que con este formato, le da tiempo a explicarnos cosas, y que no sabe si eso es bueno, que ya le pasa que habla mucho, pero lo bueno de todo esto, es justamente eso, lo que nos acerca más a la persona, a la banda como vive y siente y eso nos une más a su música, lo curioso es que, nos comenta que todo lo que vaya diciendo, como no esta preparado va ser único, que al ser el primer directo todavía no está tan meditado, que ya el resto se irá repitiendo, y nosotros afortunados de poder presenciar esa naturalidad a la hora de expresarse.
Nos habla de no dejar que el miedo nos paralice, que no sirve de nada y suena “Pánico Práctico”.
Dedican el siguiente tema al papa del grupo, Albertinny, y suena “Pequeña gran revolución” con una gran ovación por parte de todos, y es que hay pocas canciones que definan tan bien un sentimiento así (hablo desde la ignorancia porque no he tenido esa revolución humana, peluda sí, por partida doble, pero aún así sin serlo, estoy segura que si llegara el día se la dedicaría sin duda), porque es un tema que expresa tanto en tan pocos minutos, que te envuelve.
Mikel nos hacía bromas con el idioma, como “que caloret” y que si eso se decía aquí (Barcelona), y nos reíamos; la verdad es que calor hacía, pero daba igual porque se te olvida hasta la temperatura que hace viéndolos tocar.
“La piedra invisible”, fue la siguiente canción, personalmente me encanta la parte recitada que Mikel, con su voz inimitable y directa hace que cada palabra tome fuerza al salir de su boca, y nos deja hipnotizados.
Para el siguiente tema se quedan solos en el escenario Iván y Mikel, suena el teclado con las primeras notas de “Arte Moderno” con un silencio absoluto, una maravilla para los sentidos poder vivirla así, tan intima.
Agradecen enormemente al Cruïlla XXS por poder hacer posible el estar allí, porque ellos no tenían pensado tocar este verano, y suena “Los seres que me llenan” y el público se pone en pie, dando palmas al compas de la canción.
En “Agujeros de gusano”, Mikel, nos dice que la niña que hace la voz, es la hija de su técnico de sonido del disco que forma parte, y el imita esa voz, para dar comienzo con su ukelele en mano y alargan el tema con un sonido más cósmico para enlazarlo con “ Tu continente”. Cuando llega la estrofa que dice “y ahora solo hay silencio” se produce ese silencio que eriza la piel y al terminar la canción, se vuelven a ir todos menos Albertinny y Mikel, y comentan que el siguiente tema fue el primero que tocaron juntos y que fue un fichaje estelar como los del Camp nou, y suena “Sueños lentos, Aviones Veloces” .
La siguiente canción fue “Que bien”, donde el estribillo sonó bien alto por parte del público.
En “El pozo” , Mikel, mencionó el EP donde colaboraron seguidores (micro abierto) y Cesc Sansalvado clavo la versión a la perfección, aún desencajándole los planes, con guitarra en mano y dejándola para ser un solo de piano y voz.
No faltaron “Magia y efectos especiales”, “Copacabana” donde nos marcaban el compas con las palmas, “El baile”, donde Mikel dice tener el convencimiento de salir reforzados de situaciones muy difíciles y agradece a todo su equipo humano, por estar por todo el apoyo y por conseguir salir de nuevo, ( la verdad es que escogieron varios temas de su segundo trabajo), a mi me falto, pero porque es mi canción, “La increíble historia del hombre que podía volar pero no sabía cómo» , y es que siempre me encanta gritar «he visto a Bowie flotando” y “flotando nada puede tocarnos”.
Se despedían precisamente con “El baile”, «pase lo que pase al menos que nos pille el fin del mundo bailando«, y se fueron del escenario, pero el público arrancó a cantar “La mujer de verde” , y como no podía ser de otra manera, alguien que conozco, compañero de encuentros musicales, Víctor (fotógrafo) junto a sus amigos iniciaron un coro unánime. ¡Gracias! porque fue tan bonito escuchar por todos esa mujer de verde, que nos salva tantas veces y ellos emocionados volvían a pisar el suelo del escenario y nos decían «si es que no nos necesitáis» ,dando las gracias por ese momentazo, y suena “Palos de Ciego” , sentados con unas mesitas blancas con vela y planta incluida, como si fuera el rincón del salón donde se compone en la intimidad, desde allí nos habla Mikel del siguiente tema, de cuando sacaron su último disco y no sabían con que tema presentar y lanzar sencillos, que era un tema que les encantaba a todos, pero que les daba un poco de cosa por ser lento, y el resultado dice “es que subestimamos al público y la convertisteis en viral, porque al final un tema rápido o lento da igual, lo que llega es lo que transmite, el poder de emocionar» y “Pausa” lo hace en todos los escenarios posibles, en directo, en casa de cada un@, donde sea, es de esos temas que cierras los ojos y dejas bailar la mente al ritmo de tu cuerpo sin ninguna restricción, solo sentir lo que el corazón te cuenta mientras la sientes, esa pausa que nos contrae la respiración, la misma que hicimos todos juntos en el concierto, con esa «Pausa» tan de rezo.
Por último y con esa manera que tienen de sanarnos, porque la música es eso, sanadora y reparadora, nos despiden con el tema por bandera de “ La mujer de verde” , y es que es tan bonito conectar con esos súper poderos como los que narra la canción, que pocos artistas consiguen con un tema traspasar tanto, pero ellos son parte de esa excepción de personas que saben elevar los sentidos.
Gracias IZAL una vez más, por ser nuestra “buena sombra” y nuestra “terapia”, ¡¡¡sois de otra esfera!!!