Hace ya tiempo que la coqueta esquina que ocupa Funky Bakers, en Barcelona, brilla con luz propia en el número 10 del Paseo del Born, donde la calidad y el mimo por el detalle no solo acumulan colas sino que han instaurado un modelo de ‘delivery’ sostenible que ya es todo un ‘must’en Barcelona. Sin embargo, la singularidad de este modelo de deli y panadería internacional va más allá de sus exquisitos pasteles, sandwiches y demás recetas. El proyecto de interiorismo de Funky Bakers en Barcelona –llevado a cabo por Tommy Tang y Crick King del estudio Blankslate y construido por Goian– también es, en muchos sentidos, el sueño de todo diseñador de interiores.
Desde un pequeño local esquinero de apenas 40m2, con importantes restricciones de diseño y uso, era necesario crear un obrador y una panadería, pero también un espacio comercial, una cafetería en formato take away y una tienda de delicatessen.
Un case study de éxito en tiempos de pandemia
Durante los 50 días que duró la cuarentena, Funky Bakers ejecutó hasta 2000 pedidos, que abastecieron al barrio del Born no solo con sus exquisitos pasteles, sandwiches y demás recetas, sino también con todos los productos con los que se elabora cada una de ellas. En otras palabras, el deli abrió su despensa para avituallar las de los clientes habituales que no querían renunciar a productos de primera necesidad de máxima calidad como leche, mantequilla, yogur o huevos camperos. El objetivo era claro: poder contar con materia prima de proximidad, directa de pequeños productores. Y no solo a lácteos se limitó el objetivo, sino que también fue posible pedir verduras y frutas de Can Margens, un huerto situado en Llerona que suma 37 generaciones dedicadas a la tierra.
El éxito, podemos decir, llegó de un día para el otro. Cuando empezó la pandemia, Seyma Ozkaya Erpul, su fundadora, sintió la necesidad de dar respuesta a las peticiones de sus habituales que querían seguir comiendo los exquisitos pasteles de Funky Bakers. Es así como, en tan solo dos días, montó una tienda online que ahora se consolida como un modelo ejemplar de delivery basado en pilares como el Km0, la calidad y altas dosis de cariño.
La creatividad ante la adversidad
Seyma, pero, no estaba sola, sino que contó con la ayuda de dos de sus clientas regulares. La primera, Kayansel, es una ilustradora con base en Barcelona que se ofreció a dibujar los productos ante la imposibilidad de organizar una sesión de fotos. La segunda, Aysha, vecina del espacio y programadora web, se encargó de montar un sistema de venta online conectado al Instagram de Funky Bakers, mediante el cual los seguidores de este deli contemporáneo podían hacer sus pedidos de forma ágil y eficaz. A este tándem, comandado por Seyma, pronto se le sumó un buen amigo, el fundador de Ocatevo Marcel Baer, que cedió a Funky Bakers bolsas con su icónico modelo Janus no solo para mandar los pedidos, sino también para animar a que los clientes se quedaran en casa e hicieran sus pedidos a través de la tienda online.
Entrega de flores a domicilio, en tiempos de pandémia
Consciente del ánimo de la gente, Seyma decidió sumar un último servicio a su delivery: el de la entrega de flores a domicilio, una iniciativa que empezó el día de la madre y que sigue llevándose a cabo a día de hoy. La responsable del mismo es la florista australiana Donna Stain, amiga de la casa y encargada de decorar el Hotel Arts, entre otros espacios, que cada jueves manda flores a Funky Bakers para su venta a través de su delivery o su compra in situ.
En diciembre de 2020 la cuarentena ha terminado, pero muchos de nuestros hábitos han cambiado para siempre. Es por ello que el delivery sigue funcionando con la misma celeridad, a través de la empresa Early Birds, que comparte valores de proximidad con Funky Bakers y reparte las ‘bolsas de felicidad’ -así llama Seyma a cada uno de los pedidos- en bici y de forma sostenible. Las ‘happy bags’ siguen complementando el servicio que se lleva a cabo en el local del Paseo del Born, que a diario da la bienvenida a sus feligreses habituales, siempre haciendo cola pacientes y con una sonrisa para comprar los pasteles, pastas y sándwiches más sabrosos del barrio, acompañados de un buen café del Magnífico, otro negocio también con sede en el Born.
Funky Bakers en Barcelona:
Dónde: Passeig del Born, 10
Horario: de domingo a miércoles de 8:00 a 14:30 y de jueves a sábado de 8:00 a 20:00
Teléfono: 931 54 67 13
Web: https://funkybakers.com/
IG: @funky.bakers
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