El pasado viernes 28 de junio, el mítico Poble Español de Barcelona fue el escenario de uno de los conciertos más esperados del año dentro del marco del Alma Festival, organizado por Concert Estudio. Alice Cooper, el indiscutible padrino del shock rock, ofreció una actuación que dejó al público boquiabierto, demostrando que, a sus 76 años, sigue siendo una fuerza imparable en el mundo del rock.
La noche comenzó con una puntualidad británica y un ambiente cargado de expectativas. La audiencia, compuesta por varias generaciones de seguidores, se congregó desde temprano en la histórica plaza, anticipando la electrizante mezcla de música y teatralidad que caracteriza a Cooper.
El escenario se iluminó con destellos y humo, la banda irrumpió en el escenario y encendió la chispa entre los asistentes. Alice Cooper apareció entre sombras, envuelto en su icónica chaqueta de cuero, y con su característico maquillaje de ojos oscuros, provocando una ovación ensordecedora.
La escenografía fue fiel al estilo macabro y teatral del artista, con elementos que evocaban una casa del terror: guillotinas, muñecas espeluznantes y serpientes vivas acompañaron la actuación. Cada canción fue una puesta en escena meticulosamente coreografiada, donde Cooper encarnaba diferentes personajes, desde un maníaco con una camisa de fuerza hasta un verdugo siniestro.
El setlist incluyó grandes éxitos como «No More Mr. Nice Guy», «School’s Out» y «Poison», canciones que no solo resonaron con los fans de toda la vida, sino que también cautivaron a los más jóvenes, quienes parecían descubrir la magia de Alice Cooper en directo por primera vez. La banda, impecable en su ejecución, destacó especialmente con los solos de guitarra de Nita Strauss, cuya energía y virtuosismo añadieron una capa extra de intensidad al espectáculo.
El cierre del concierto fue apoteósico. Con «School’s Out» entremezclado con fragmentos de «Another Brick in the Wall» de Pink Floyd, la plaza del Poble Español se convirtió en una fiesta de confeti y globos gigantes, dejando a todos con una sensación de euforia y nostalgia.
Alice Cooper demostró una vez más que su espectáculo no es solo un concierto, sino una experiencia multisensorial que combina música, teatro y una buena dosis de provocación. El Alma Festival 2024, gracias a Concert Estudio, no solo trajo a una leyenda viva del rock a Barcelona, sino que regaló a los asistentes una noche inolvidable que será recordada durante mucho tiempo.
