Siempre digo que el poder de la música te traspasa cuando sientes los acordes en directo, y pude que tal vez una letra no te llegue, pero si consigue eclipsarte es que realmente es bueno lo que hacen, y el pasado viernes en la sala Apolo de Barcelona, se creo una comunidad de eclipsados.
Kill Aniston con su rock-folk-pop, fueron los responsables de ponernos a tono para el despliegue de ritmo alternativo que haría concentrarnos en el aquí y ahora, y eso muchas veces no es nada fácil de conseguir, a pesar de tener un ligero problema técnico que con garbo, Josué (voz banda) , supo salir del paso, dirigiéndose al público explicándonos un poco sobre ellos.
Con letras claras y directas y un sonido callero instrumentalmente, donde la guitarra lleva el compas.
Nos presentaron Oklahoma, el adelanto de su nuevo trabajo y no faltaron sus temas de bandera como Lo siento pero no es la verdad, Afortunados y Buenos días, sin café nos dejaron un buen ritmo para esperar la salida de Joan y Aleix, Cala vento.
El dúo de amigos salió a escena con su naturalidad apabullante, y es que creo que sienten tan profundo lo que hacen, que me imagino sus horas de habitación encerrados componiendo lo que del estomago les nace, y digo del estomago porque es nuestro segundo cerebro y a veces el que realmente nos empuja a actuar, y ellos os aseguro que aportan una buena dieta.
Letras sin fornituras, directas y claras, sin rodeos y como si los filtros no existieran, ¿para qué? si lo que hace realmente diferente es el descubrirse tal cual emociona y acompañarlo de la energía que desprenden al tocar, os aseguro que es una atrapada.
Gente como tú dio el Do de inicio y nos regalaron un repertorio completo de su trayectoria con temas como Isla desierta, Un buen año, Abril y Estoy enamorado de ti…y tu no te enteras, frases así de simples, pero que llegan y te identifican es la clave de su exito, y es que el público estaba más que entregado, algunos incluso bolando entre los brazos de la gente y Joan incluido que se lanzo hacía ellos.
Nos sorprendieron con Baloncesto en su acústico, con instrumentos de viento y salida espontánea de su colega Pitus.
Isabella Cantó fue la encargada de poner el punto y final al derroche de sudor, carácter y forma íntima de expresar con su música su identidad.
El abrazo final de banda y equipo (manager, técnico sonido, productor), deja claro que no sólo hay un camino batallado, si no un respeto y un agradecimiento por estar y vivir unos directos, que ni a ellos ni al público dejan indiferentes.
Os van a soplar muchos vientos y de los que despeinan para bien, acompañados de un ejercito de voces, en cada concierto; y es que no hace falta montar fuegos artificiales en un escenario, cuando quien sale ya desprende fuerza!!!