¿Habéis llegado a sentir el alma de la música en vuestro interior alguna vez?
El cómo alguna canción o álbum, escuchándolo a cualquier hora del día, se cuela en vuestros pensamientos y en vuestra piel para ir dejando esa huella o marca intravenosa, la señal de que los golpes acústicos que lo componen, la ruptura eléctrica o la gravedad vocal que lo crearon te dejó sin aliento, quedándose ahí, en ti, para siempre. Es una de las mejores sensaciones que llega a producir la música, tan inexplicable y emocionante a la vez… y puedo deciros que lo he vivido.
Dentro del momento tan extraño y “anormal” en el que estamos, este arte nos da la estabilidad que perdemos en muchos instantes, la escapatoria de los problemas y la vía de aire en medio del desierto llamado vida humana. Hoy os quiero hablar de un trabajo creado desde un cariño y respeto a la música irreprochable:
- Hace menos de una semana nació el elixir de la eterna juventud para un género al que, muchos por desgracia, consideraban muerto. La nocturnidad llenó el Rock, llevándonos por las calles de Cartagena para desgarrarnos hasta quedarnos a gusto con La Noche, el primer álbum de cuatro jóvenes que van a quemar el Cartagonova un día de estos, Arde Bogotá.
Diez canciones, diez etapas de la noche donde llegamos a vivir el mismísimo éxtasis hasta la caída a la realidad, donde el amor experimenta diferentes etapas al llevarnos por su nacimiento, su punto álgido y su dolor en estado puro. El conocer a una persona en un tiempo efímero, pedirle que apueste por el instante para viviros sin miedo pero, por desgracia, la realidad acecha cuando sale el sol y entonces allí, en ese segundo, los temores agolpan el pecho a base de verdades humanas.
Antes de uniros a mí en este camino quiero comentaros que viviremos dos etapas: Desde Abajo hasta Dangerous una euforia que os llenará el alma, en cambio, desde Millennial hasta Exoplaneta la realidad y las inseguridades nos romperán a golpes.
¿Listos/as? Si me permitís, una recomendación: tened pañuelos al lado porque, no es por asustar, pero la bomba emocional que compone este álbum es digna de lágrimas caídas inconscientemente por nuestras mejillas. ¿Cómo lo sé? Porque lo viví en primera persona.
Bienvenidos a La Noche, Bienvenidos a Arde Bogotá.
Abajo.
Que haya suerte en evitar la muerte y en bailar tan fuerte que al final revientes,
y al fin,
y al fin,
llegar abajo.
El inicio de la noche. Nos encontramos delante de pura euforia musical donde la base acústica inicial es clave para adentrarnos en la nocturnidad. La puerta al camino, donde los tonos oscuros y electrónicos de la mano de las guitarras y el bajo son nuestros guías dentro de la oscuridad.
2:48 minutos donde conocemos la historia, el conocer a esa persona de una manera inesperada en plena fiesta y con la que te apetece vivir el momento. La excitación te rodea el pecho de una manera muy fuerte, creando en ti una emoción tan fuerte la cual te hace pensar que llegarías a vivir y a sentir hasta la propia muerte, sin límites ni paradas, todo o nada en un tiempo limitado.
Te preguntas el porqué sucede esto, porque sientes esto (¿Qué es lo que nos tiene así?) pero cuando haces el primer contacto con la persona lo entiendes. El comienzo de lo sublime y a la vez el comienzo del derrumbe. La paz desapareció, la noche acababa de caer.
Es interesante cuando nos adentramos en las letras ver la verdad y el sentido que hay detrás de cada una de las palabras. Suerte en evitar la muerte, bailar tan fuerte que al final revientes, por un lado hablar de poder evitar el final, la muerte, lo inevitable. ¿Es posible? El ser humano tiene final, como el fin de la propia noche así que por ello hay que vivir el instante, ya que todo acabará un día u otro. Por otro lado, el bailar hasta reventar, dándolo todo. Es un poco la consecuencia a lo anterior, diciéndonos: vive sin remordimientos este momento, no pienses en el mañana, ya que esto es efímero.
A medida que progresa la canción tenemos esa conciencia de que la persona que te ha robado el aliento en esa noche se ha vuelto tu debilidad. ¿Lo jodido? Que no sabes cómo sobrellevarlo.
Ese arder contigo me pareció muy interesante, ya que engloba un poco la esencia de la canción: el arder con la persona que acabas de conocer, ya sea amándola, luchando por ella, sintiéndola o pasando una noche de sexo desenfrenada. Pura humanidad. Con ello me gustaría enlazar con y si nos dan las calles, sin perder detalles, esta noche es, esta noche es. Estamos ante la continuidad de sentir esos deseos tan fervientes hacia alguien y a la vez preguntándote si igual, porfin, esta es la noche en la que toda locura valdrá la pena.
Y ese final… la pura clemencia. El pedirle que porfavor te lleve con él o ella durante esa noche, ese ¡Llévame abajo!, dándote igual el cómo acabará todo. El cuerpo te pide hacerlo, los impulsos están llenando tu razón así que solo tienes una única opción: vivir. Junto a un empaste musical que acompaña al mensaje de la canción, con un solo de guitarra concreto y muy bien creado en el instante de su aparición junto a la gravedad de un bajo que marca el oscuro tempo, sin olvidarnos del esqueleto acústico que hay detrás, son la música que acompaña a un deseo:
Llévame contigo a vivir La Noche.
Cariño.
Únete, convéncete, sedúceme
y gáname a mi juego.
Recientemente ya os hable de este tema, el último single que conocimos de ellos antes de tener La Noche con nosotros así que igualmente, os hablaré de él pero os enlazo con el post por si queréis refrescarlo.
El propio nombre de la canción lo dice todo, Cariño. Con una suave vibración de parte de las guitarras, nos adentramos en un grito de amor y de seducción durante 3:37 minutos.
Es un tema donde vivimos bastantes cambios de tempos interesantes, como entre y ese es mi objetivo y posteriormente tenemos Repréndeme otra vez, marcando ese groove que llena las retinas de quienes estén escuchando la canción. La seducción que recorre este tema es muy sensitiva, ya que por un lado tenemos la unión tan compacta de la batería con el bajo, donde esté último marca unos puntos muy potentes. Pero por otro lado, la electricidad de las guitarras acompaña al mensaje que nos canta Antonio a la perfección.
¿Qué nos encontramos en Cariño? Un suave susurro en nuestra oreja que nos dice: ven conmigo a quemar el día, da igual si mañana volvemos a empezar, vivamos esto antes de que nos trague la tierra.
Que el percutir y el debatir no me interesan si somos solo amigos… poco hay que decir, ¿no? El libertarte y el dejarte fluir en el momento, sin importarte que suceda alrededor tuyo ni quienes estén mirándote, viviendo por encima de los límites y olvidándote de tus preocupaciones. Cariño es un grito a la libertad, donde palabras como el bailar o el fuego son las que muestran la base de todo:
- Romper los hilos que te retienen.
Uno de los instantes rompedores de la canción es alrededor del último minuto de ella, donde nos encontramos en un limbo eléctrico de la mano del solo de guitarra que rompe con la fuerza acústica, llevándonos al final de la canción y con ello a la euforia de la guerra del amor y de la seducción. Un tema enérgico, puro calor del rock del momento, de la reinvención de él.
Tijeras.
Carrera, máster y sitio en el paro,
que nos despidan del modo apropiado.
No puedo empezar a hablaros de este tema sin comentaros sobre el experimento que nos encontramos aquí, ese toque tan “cortador”, ¿me entendéis? Lo vivimos ya en músicos del calibre de Noel Gallagher, atreviéndose a traer en directo a músicos que tocasen tijeras en sus directos.
¿Viviremos en algún directo de Arde Bogotá unas buenas tijeras? Ojalá, para que engañaros, es un deseo muy ferviente.
La producción de este tema marca la continuidad de esta subida emocional, el éxtasis donde los instintos ganan a la razón. En la primera escucha de la canción sentí una sensación clara: notaba como si me estuviesen quemando por dentro. Hay una musicalidad detrás del mensaje que te llama a reaccionar sin dudarlo, de manera inconsciente, despertando lo oscuro en ti. La unión tan sumamente galvánica del cuerpo musical de la canción te lleva a sentirte más humano/a por la libertad que no por la racionalidad.
Detrás de esa llamada a uno mismo con el corpus musical, el mensaje que transmiten aquí los chicos es claro: haz lo que quieras conmigo, déjalo todo, estoy dispuesto a vivir hasta mi último suspiro contigo.
Trae tus tijeras nuevas y afílalas, afílalas junto a mí, una pura declaración de intenciones. Para mí un estribillo muy propio del género al cual están reviviendo. Con influencias de grupos como Foo Fighters, esta parte de la noche grita a exprimir cada parte de nuestro cuerpo.
Me gustaría remarcar en especial el como Antonio nos quiere hacer ver la verdad cuando dice: Si nuestra vida laboral es un timo por qué no lo decimos, por qué no lo decimos. Si nuestra vida en general es un tiro por qué no lo exprimimos, porque no lo exprimimos. Hay algo claro, ¿Por qué nos vamos a aguantar y no luchar contra aquello que nos amarga? ¿Por qué siempre tendemos a callar antes de gritar? Cojamos esas tijeras, cortemos los miedos y vivamos.
Tijeras sigue muy bien el camino marcado por Abajo y Cariño, donde la vida persiste por encima del trabajo y de lo mundano. Las emociones o los instintos ganan a la razón y con ello, nos muestran la parte más “pura” del ser humano, aquella que no ha sido desquebrajada por el capitalismo, aquella con la que nacimos y moriremos, la que ni por todo dinero del mundo nos quitaran: el deseo de sentirnos vivos.
A Lo Oscuro.
Y tanto sufrir
no tiene sentido,
tanto sentir sin decir el motivo.
La canción de los silencios, aquellos tan poco valorados y tan necesarios para marcar la verdad, la virtud y el castigo detrás de cada palabra. Uno de los temas más esperados, para que mentir, los chicos siempre comentaban que era el favorito de alguno de ellos y a la vez, el más diferente que habían creado hasta la fecha.
Fue una creación compleja, donde ellos mismos comentaron en la rueda de prensa que vivimos sobre La Noche que no sabían cómo acabarlo. ¿Cómo llegó a ser la solución el silencio? A veces no hace falta decir nada para decirlo todo y con ello, con este tema, se demuestra.
Empezamos a adentrarnos en el punto base de La Noche y su ruptura, donde la inestabilidad llena cada poro de nuestra piel. El viaje musical que tiene esta canción es tan novedoso como rompedor, donde los niveles del tempo suben y bajan sin parar y con ellos nosotros vamos desde el primer segundo, siendo poseídos por esta magia tan nocturna.
¿Qué nos dice A Lo Oscuro? Una realidad que duele pero, es una realidad. Esa persona te está volviendo loco o loca, te está haciendo sentir de todo en un corto plazo de tiempo y no sabes cómo sentirte. Lo inesperado te abrupta pero a la vez te emociona, siendo una doble reacción difícil de asimilar y de adaptar en ti, ya que en los tiempos que corren sentir el miedo al poder llegar a tener una libertad desconocedora es igual a poder llegar a ver un meteorito, solo sucede una vez cada eterno año de nuestra existencia.
Ese Voy a cagarla hoy con todo el equipo, ¿Qué más queremos con ese inicio del tema? Te vas a tirar al vacío aunque hay una gran posibilidad de que acabes estrellándote, pero ¿no es la vida esto? ¿El caerte pero apostando? ¿El vivir sin dudas por encima del miedo? Hemos de dejar a un lado los temores a sentir aquello que nos causa dolor, porque el mundo no es un lugar de color de rosa y con florecitas allá donde vayas.
Dos personas en un momento diferente, donde el amor y el sexo llenan sus temores y sus inquietudes.
El instante tan clave del tema es ese 2:20, donde el silencio entra y todo se desestabiliza para llenarnos a, literalmente, A Lo Oscuro. Con un susurro final de la voz de Antonio quien te dice que acabarás llevándole a la oscuridad, pero detrás de ello hay algo claro: Discutamos, vivamos y aunque acabe mal, da igual, hagámoslo.
El Beso.
Y es precisamente ahora
que nadie nos mira,
bésame en la boca ahora
que nadie nos mira.
Una de mis debilidades y a la vez, considero que es una de las canciones más infravaloradas de este álbum. Recuerdo el momento en el que noté al 100% ese “click”, aquél instante con el que sentí la unión que siento a día de hoy con esta canción: estaba en un día lluvioso de Barcelona y estaba volviendo a casa después de recoger unos libros a la biblioteca. ¿Sabéis ese instante en el que, sales del metro, subes las escaleras mecánicas y sientes las gotas de lluvia mojándote el pelo pero lo ignoras por completo? En ese tiempo, sonaba El Beso en mis auriculares. Me dio igual estar empapándome entera, la vibración que llenó mi cuerpo mientras volvía a casa y estaba escuchándola fue tan… no sé, sinceramente no sé cómo describirlo pero sí que os puedo decir esto:
- Sigo sintiéndola a día de hoy.
¿Qué es El Beso? Valga la redundancia, un beso musical. Empieza con una suavidad musical acompañando a Antonio con su ronca voz, aquella que te eriza la piel en cualquier segundo. Los besos empiezan así, lentos, poco a poco, acariciándote y creando esa expectación con la que consigues que el corazón de la otra persona se acelere al segundo.
¿Qué más hay que hacer para estar contigo? Esa necesidad de que más puedes darle a esa persona para que esté a tu lado ha llegar a decirle ven, acércate, nadie nos mira, atrévete a apostar por mí como yo lo estoy haciendo contigo. Esas malditas dudas que pueden llegar a cortarte, a no atreverte a unirte con quien te está revolviendo el alma. Por eso, esos instantes donde solo os encontráis los dos, aprovecharlos, despejando el temor y exprimiendo esos segundos de calor que no serán eternos.
La electricidad de este tema es impresionante, la ruptura de las guitarras para subir el tempo de la canción hacia ese frenesí que te lleva a vivir un beso, un pequeño gesto entre dos personas que se atraen, es inexplicable.
Un comienzo suave, atrayente, con el que te enganchas a la canción porque te nublan a solo disfrutar de lo que estás escuchando hasta vivir esa explosión en todos los sentidos. ¿Será que ese cambio repentino nace cuando el beso ha llegado?
Continuando con el éxtasis de La Noche, viviendo la locura del frenesí, El Beso es la seducción que nos llevará a vivir el golpe final, el último paso antes de las dudas.
Dangerous.
Algo malo va a ocurrir
como se nos alargue esto.
Y llegamos al último punto antes de las preguntas, de las incertidumbres, de la aparición de la razón después de la locura.
Uno de los elementos especiales del tema es su propio nombre, “Dangerous” ese peligro que recorre La Noche detrás de una sola palabra. Esta canción, hablando claro y sin tapujos, es puro sexo.
Las metáforas que componen la canción hacen referencia claramente a ese momento de unión, pasión y atracción entre dos cuerpos humanos que sienten deseo mutuo. Estamos delante del punto culmen de La Noche, el pico de euforia y con ello , con el siguiente paso, caeremos a la duda.
La musicalidad del tema es pura ruptura, me imagino esta canción en directo con elementos como baquetas astilladas de la dureza que pide este tema en su actuación o de púas volando por la rapidez y agilidad que pide. Con un comienzo lento, acariciándote la piel para crear más necesidad, hasta llegar al estribillo donde la bomba explota y nos vamos al peligro, a lo “dangerous”, al orgasmo musical.
Son interesantes las referencias que podemos encontrar en la canción, como por un lado Kanye West, uno de los raperos del momento y a la vez de los más problemáticos del momento (como por ejemplo, su intento de querer ser presidente de los Estados Unidos en las pasadas elecciones) o por otro lado, Falcon Crest, esa mítica serie de los 80. Contraponer el peligro o la locura a lo conocido, por eso tu tan Kanye West (descontrol) pero también tu tan Falcon Crest (estabilidad).
Dangerous nos muestra el punto más alto de la noche pero a la vez nos muestra el comienzo de su caída, el hecho de ver como las dudas empiezan a nacer después de vivir lo vivido. Con un viaje musical que empieza suave, rompe en el estribillo donde las emociones renacen de sus cenizas para empezar a dudar de ellas mismas hacia el final, donde nos encontramos la soledad acústica con pequeños toques galvánicos de las guitarras y el bajo. ¿Anunciándonos el que?
La salida del sol, el comienzo del nuevo día.
Millennial.
Tengo más ganas de estar contigo
de las que tengo de prosperar
pero esta noche ya me lo han prohibido
porque el futuro se me queda atrás,
y mañana habrá que madrugar.
Fue el segundo single que conocimos, muy diferente en comparación Abajo pero, viéndolo ahora con perspectiva, entiendo el motivo por el que este fue la segunda porción que pudimos descubrir de La Noche:
-Nos enseñaron el comienzo de la euforia y el comienzo de la duda.
Millennial es tan real que llega a doler, tan humana que es difícil no sentirla y tan emocional que hay algo inevitable en ella: se va a volver eterna.
Las dudas naciendo de la locura, de aquello que nunca pensaste que llegarías a hacer. Millennial es ese instante en el que sales a la calle a que te dé el aire y en ese momento todos tus temores empiezan a gobernarte por encima de tu propia voluntad.
Crisis, celulitis, cremas antiedad, planes que acaban saliendo fatal… La muerte del rock, de aquello “viejo” ante la moda de lo “nuevo”, el trap. Detrás del comienzo de un nuevo viaje donde la melancolía va a llenar los ojos de nuestra alma, el mensaje que hay detrás de cada una de estas palabras que componen la canción es claro:
-No sé si he hecho lo correcto, seguramente no y soy un desastre, ¿pero y qué? ¿Tengo que arrepentirme de cada acto que haga?
Siempre que actúa por impulsos el ser humano duda, se pregunta si ha hecho lo correcto o si no debería de haberlo pensado mejor antes de aventurarse al precipicio. Y aquí es cuando yo pregunto:
¿No es mejor vivir después de la caída que rodear tu existencia de dudas sin resolver?
La locura juvenil que rodea la noche, aquella que nace para existir pasando por encima de la racionalidad. Millennial muestra el deseo del momento con las dudas que conlleva, la realidad detrás de una noche que se empieza a acabar porque, como alguien joven y con una vida precaria, mañana tocará levantarse para trabajar aunque hayas dormido dos o tres horas.
Si tuviese que marcar un punto especial, personalmente, en esta canción, sería el solo de guitarra que llena de emoción a la canción. El cómo te mete de lleno en ella con el acompañamiento acústico de la batería y la gravedad del bajo, pero el toque eléctrico detrás del miedo naciente de las dudas… no os engañaré: siempre siento la piel de gallina al escucharlo.
Tan Alto Como Tus Dudas.
Diré la verdad,
te puede asustar,
confieso que te quiero o algo.
Y aquí empieza el cambio, la abertura a otro mundo, al final de la noche, el final de la locura y de la euforia para meternos de pleno en la salida del nuevo día y con ello, la aparición de la cordura.
Es interesante el comienzo de la propia canción, con una melodía dudosa, que te descoloca por lo poco marcada que está hasta que escuchamos la voz de Antonio, nuestro guía en la crudeza de todo. Este tempo es más crudo, caído, melancólico y a la vez más real. Hay momentos dentro del tema donde quien marca el camino es la propia letra, siendo quien marca la sensibilidad detrás de la verdad.
El estribillo del tema me parece muy bien hilado y a la vez un punto de inflexión en el álbum:
Quisiera ser tan algo como la luna.
Quisiera ser tan alto como tus dudas.
La luna, las dudas, aquello intangible. Dos cosas las cuales nunca podrás llegar a tocarlas ni tenerlas contigo, en tus propias manos y dedos, creando una imposibilidad que puede formar impotencia y dolor en ti. Y a eso canta este tema, al dolor naciente después de ver que las dudas poseen el papel protagonista de la obra, llegando tan alto como uno de los elementos de nuestro día a día, la luna.
Y otro factor interesante que compone la canción es el concepto de la confesión, ese diré la verdad, te puede asustar, confieso que te quiero o algo. El querer intentar despejar esos miedos confesando algo que realmente, no nos engañemos, asusta de admitir. El querer no es fácil de admitir y menos aún de decir a la persona que te ha producido este sentimiento, pero a la vez es la última baza que quieres utilizar para que él o ella apueste por ti, aunque sus temores sean más fuertes que tu propia existencia.
Con un final rítmico calmado en comparación a lo que hemos visto, notamos una tonalidad más oscura pero con una esencia diferente. Antes vivíamos euforia, ahora sentimos tristeza en las palabras. Los últimos segundos, dos palabras, tus dudas…
El principio de un hecho: asumir que la noche acaba y que la razón empieza a despertar en ti.
El Dorado.
Sigo en esto, sigo en esto,
aunque no va bien.
Ese desierto en el que te pierdes sin retorno, las dunas que nublan tu mirada y tu ser, llevándote a caminar sin saber realmente que va a suceder. Estamos ya dentro del final de La Noche, donde la caída a la realidad está más presente que nunca.
El Dorado es por una parte el comienzo del hecho de tomar conciencia de la verdad, de aquello que había detrás de la locura y que no veías hasta que la luz empezó a llenar tu día. Pero también es la afirmación de lo siguiente:
- No me arrepiento de nada de lo vivido.
Se une a un comienzo similar a Tan Alto Como Tus Dudas, vibrante para adentrarnos en más preguntas que llenan nuestra mente pero con ideas claras a la vez.
Vuelvo al juego, vuelvo al juego
Aunque sea a perder,
Y vuelvo a hacerlo, vuelvo a hacerlo
Aunque no sea bien
Esta parte me parece tan clara y con la que el mensaje del tema está en su pura esencia: volverías a jugártela por esa persona aunque las apuestas estén al 99% de perder contra un 1% para ganar. Lo vivido en esa noche no te lo va a quitar nadie, el cúmulo de sensaciones que hicieron revivir tu cuerpo y tu alma no se compran ni con todo el oro del mundo y, aún siendo consciente de que el dolor va a estar ahí, el masoquismo te llama a la puerta para volver a jugártela de nuevo.
Sigo en esto, sigo en esto
Aunque no va bien,
Otro punto muy clave de la canción es el siguiente: y aunque me vuelva a caer de nuevo, seguiré. Sé que no me hace bien el apostar sabiendo que perderé pero, prefiero hacerlo a vivir con miedo.
Una confesión que puede doler pero a la vez está rodeada de un aura de humanidad impresionante, con un esqueleto musical que rodea a las palabras para hacernos sentir pequeños/as al escucharla. Y ese Para estar contigo final de Antonio solo, esa clemencia a intentarlo… el deseo de no morir en vano.
Exoplaneta.
No le tengas miedo al tiempo
tampoco a la oscuridad
suelen regalar linternas
de muy buena calidad,
y en el vacío no hay maldad.
El final, la realidad, la cruda verdad que nace al alba.
Exoplaneta da el golpe de ruptura a La Noche en todos los sentidos, tanto melódico como compositivo. Con un comienzo de guitarra acústica cálido y cercano, donde tenemos a Antonio cantando a la lucha por el amor. Cuando llegamos a 571-/9A todo rompe para el nacimiento de la electricidad propia de Arde Bogotá.
Sin estribillo, un canto al vivir, al no temer, al sentir, al no arrepentirse de amar por encima de todo. Esta canción es aquella que dedicarías a la persona que sabes que va a ser la persona de tu vida y, en momentos difíciles donde igual os tendréis que separar, necesitas recordarle lo siguiente:
- En otro mundo tu y yo estaremos ahí, unidos, creando nuestra vida juntos.
Cuando nos adentramos en el último minuto de la canción, en ese instante, ahí es cuando ya tendréis que empezar a secaros las lágrimas porque el cúmulo de emociones que acaba explotando en ti es de un dolor inexplicable. La forma en la que la emoción temporal recorre tu alma, donde la unión vocal y musical que presentan los chicos llega a un nivel de sentimiento tan extremo, hace imposible que no sientas un nudo en la garganta. El recorrido que vives en este álbum es muy emocional, tanto que te lleva a romperte cuando vives ese punto en la canción, donde la euforia acaba en melancolía, donde la atracción se vuelve nostalgia.
Se nota que esta canción nació con mucho sentimiento y emoción. Los propios chicos han comentado que es el tema con el que siempre cierran los ojos para sentirla, notarla en ellos mismos y seguir recordándose que crean y hacen música por canciones como esta.
Exoplaneta es ese lugar donde irías a vivir con la persona que te recuerda lo mucho que merece la pena estar vivo. ¿Y quién no ha soñado con ello? En poder desaparecer de este planeta e irte a uno nuevo con tu persona para renacer y vivir, sin límites ni miedos.
Mentiría si no os digiere que este tema es mi favorito. No hay momento en el que esté escuchándolo y no sienta un cúmulo de lágrimas en el corazón y una necesidad de explotar de vida. Me parece una canción tan bien cuidada, tratada con un cariño tan especial para transmitir ese mensaje de amor junto a una letra tan querida… es imposible para mí no acabar siempre con un suspiro en el alma después de escucharla.
La Noche es el álbum debut de Arde Bogotá, cuatro chicos que decidieron adentrarse en la loca aventura de la música con la que, obviamente, iban a vivir luces y sombras, yendo a lo oscuro dentro de la vivencia de ser millennial. Y después de vivir La Noche, solo puedo decir lo siguiente:
- Gracias chicos por ser unos locos de la música.