La noche del 30 de noviembre, el Palau Sant Jordi y de la mano de The Project se convirtió en un epicentro de emociones al recibir a Manolo García. Esta vez fui a rememorar viejos tiempos con mi querido Tete… tiempos en los que no pensábamos más allá, si no en el momento y nos dejábamos llevar para disfrutar de la vida, en fin éramos jóvenes.
Y salió Manolo, con americana de color morado y un largo pañuelo naranja en mano, con el que parecía que iba dibujando sus primeros temas… Empezó con Insurrección, mi tema favorito, irremediablemente se te viene a la mente casi sin querer, las vivencias y personas que vienen y van por tu vida y las que de verdad se quedan. La noche prometía intensidad, alegría y alguna lagrimita que otra.
La gente se volvió loca nada más verlo salir con esa energía que le caracteriza y que no desfalleció ni un segundo en las 3 horas concierto que ofreció. Cercano, vital e imparable con sus característicos y arrítmicos bailes y su inconfundible voz y carisma. Muy compenetrado con su banda de geniales músicos que hace que te metas en los temas y los vivas como nadie. Nos transportó a través de un viaje musical inolvidable que nos hizo sentir por momentos que somos Levedad (mi segundo tema favorito).
El repertorio incluyó tanto éxitos atemporales como temas de sus últimos trabajos, muchos danzados con mucho sentimiento por la elegante bailaora Coral Moreno, demostrando una vez más a lo largo de 27 temas, el valor y la conexión de su música con el público. Bajó tres veces del escenario para mezclarse con la gente y no en primera fila no, de punta a punta de pista. Llevaba locos al equipo de sonido que, si he de apuntar algo malo del bolo, es que hubieron algunos fallos de sonido que hasta el propio Manolo se enfadó y tiró el micro al suelo, pero nada que no resolviera su naturalidad y desparpajo hasta con los tacos que soltaba por la boca.
El público, entregado de principio a fin, coreó cada canción y vibró con cada acorde. La energía en el recinto era palpable, creando una atmósfera única y mágica.
En resumen, el concierto de Manolo García en el Palau Sant Jordi fue una experiencia inolvidable que reafirma su posición como uno de los grandes de la música española y nos dejó patente con una de sus últimas canciones que para algunos de nosotros SIGUE SIENDO EL REY.
Yolanda Del Moral Torres.