Un año después de su paso por la ciudad Condal, Morgan llenaba el pasado 25 de enero la Sala Apolo de Barcelona para ofrecernos el mejor fin de gira que podíamos imaginar.
Con el cartel de Sold-out colgado días antes, Morgan cerraba una etapa maravillosa, la gira de su último trabajo Air. La cual les ha llevado durante dos años a recorrer kilómetros, viendo como se hacían cada vez más grandes.
Hablar de MORGAN, es hablar de palabras mayores.
Pocos grupos nacionales triunfan cantando en inglés, ellos son unos afortunados.
Unos afortunados capaces de transmitir amor cuando se suben al escenario, amor por la música, amor por lo que hace y amor por el público.
Quizás el amor sea el culpable de este éxito creciente.
La banda madrileña formada por Nina (Carolina de Juan), Paco López, David Schulthess, Alejandro Ovejero y Ekain Elorz, presentaron el show salitrados en forma de media luna, sin ningún protagonista central.
Así se mantuvieron prácticamente todo el concierto, donde intercalaron canciones de sus dos discos “North” y “Air”, con temas como “Home”, “Work”, “Another Road”, “Flying Peacefully” o “Oh oh!” o «Sargento de hierro», ante un público entregado, con el que Nina de Juan interactuó constantemente, con su característica espontaneidad y entusiasmo.
Y es que si algo caracteriza a Nina, a parte de su espectacular voz, es el carisma, la naturalidad con la que se comunica con el público, que despertó más de una sonrisa.
Los madrileños, querían sentir al público, verlo disfrutar, bailar, cantar… divertirse y es que en un concierto de Morgan, a diferencia de otras bandas del mismo estilo, no existe el silencio.
El momento más emotivo de la noche, fue cuando la madre, hermana y tía de Nina subieron por primera vez al escenario a a cantar junto a ella. Eso fue, como diría ella «un puto milagro».
Un fin de gira dejó al público de la Sala Apolo mudo, con los pelos de punta. Un final perfecto, para un gira llena de emociones.
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