21 de diciembre, quedan pocos días para Navidad, las calles están llenas de gente corriendo… últimas compras, cenas de empresas, amigos invisibles… la ciudad ambientada con villancicos tocados por músicos de calle, como en su día fue Ramon Mirabet.
Pero hoy toca algo especial, hoy es el concierto de Navidad. Dejamos atrás todas las tareas pendientes para disfrutar de esta velada.
No puedo imaginar mejor lugar para celebrar este concierto que en la Basílica de Santa Maria del Mar con la voz y música de Ramon Mirabet.
Como yo, lo pensaron las aproximadamente 2000 personas que llenaron la Basílica para dar calor a la noche y convertirla, una vez más, y como nos tiene acostumbrados Ramon Mirabet, en mágica.
El concierto inicia puntual, con la coral Musical’s Choir, dirigida por Cristina Colomer , abriendo paso a Nadal, canción con la que se presentó en el escenario la banda de Ramon Mirabet.
Si para todos los presentes es un concierto inolvidable, imaginaros lo que representa para la Mirabet Crew, un grupo de personas que han formando una » familia» unida y movida por la música de Ramon Mirabet.
La Mirabet Crew llevaba mucho tiempo preparando este día, grabaron un video, como homenaje y regalo, interpretando la canción Nadal de Ramon Mirabet. Poco antes del concierto, le hicieron entrega del detalle. Él les agradece el tiempo y el esfuerzo dedicándoles Happy Days. Para posteriormente nos regala All I want for Christmas Is you de Mariah Carey.
Por si la noche no era lo suficiente emotiva, Ramon Mirabet cierra los ojos y recuerda la voz de su madre cantando en la ceremonia de una amiga, nos pide que cerraremos los ojos, quizás la podemos oír, y así es, suena un Ave María con voz femenina y aparece la madre de Mirabet en el escenario, increíble la complicidad entre ambos, nos regalan alguna broma par posteriormente interpretar El cant dels ocells de Pau Casals.
El corazón nos vibra de amor y llega Magic, una canción que para mi desprende algo muy especial, una energía positiva que hace poner en pie a la gran mayoría de los presentes con «cause you and I are Magic oh oh! oh oh oh!».
No podía faltar, en una fecha tan especial, Com tu vols, la canción de Navidad de TV3 y Catalunya Radio, compuesta e interpretada por Ramon Mirabet y la versión de un clásico como White Christmas de Frank Sinatra, o Plàcida nit, donde la coral Musical’s Choir aparece de nuevo para cantar junto a la banda.
Una noche completa donde, Ramon Mirabet, también interpreta una canción en francés, recordando sus años en París tocando en la calle frente a otra catedral, en ese caso la Catedral de Notre Dame.
Después de la nostalgia, llega de nuevo el ritmo con Begin Again, canción que da titulo a su último trabajo, y uno de los momentos más emotivos de sus conciertos, Wake up a capella junto a la banda, en medio del pasillo central de la Basílica.
El concierto llegaba a su fin, más tranquilo de lo que nos tiene acostumbrados, ya que como él mismo dijo, normalmente son más gamberros encima del escenario.
Pero como el ritmo no está reñido con la cortesía, llegó el momento de Those Little Tinghs, la canción que fue la BSO del anuncio de una conocida marca de cerveza, alzando de nuevo a todos los presentes. La recta final se encara animada, con Home is Where the Heart, dedicada a sus padres.
LLega el momento de despedirnos con un clásico: We Whish you a Marry Christmas y la voz de un niño cantando la última estrofa.
Que mejor regalo de Navidad, y más en fechas de nuevos propósitos, que la lírica de Ramon Mirabet. Una lírica que nos sumerge a nuevos inicios, apreciar aquello realmente auténtico y valorar a las personas que nos rodean y que nos remueven por dentro.
Siempre es una maravilla ver a Ramon Mirabet y su banda, la conexión que se crea entre ellos y el público, no sólo se siente, sino que se ve a simple vista. Verlos en directo engancha, su cercanía y naturalidad complementa perfectamente a su calidad musical y vocal. Acostumbrado a salir de su zona de confort, a Mirabet se le ve cómodo en cualquier escenario, en un teatro, en una sala, en un festival o en una Basílica… sin necesidad de máscaras, natural y agradecido cala rápido en los corazones de quien se acerque curioso a descubrir sus directos.
Gracias al Festival Mil·lenni por organizar conciertos con esta profundidad emocional.
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